Anthony Godfather
Antonio Padrino, conocido artísticamente como Anthony Godfather, es un DJ y productor madrileño de solo 27 años, considerado el padre del género musical «latin tech». Lejos de cualquier conexión con la familia Corleone, su nombre artístico es simplemente un juego con su verdadero apellido: Padrino.
Su historia en la música comenzó a los 12 años, cuando empezó a pinchar en pequeños eventos. Apenas dos años después, con solo 14, ya se desempeñaba en discotecas de su barrio, especializándose en ritmos urbanos como el reggaetón. Sin embargo, su carrera daría un giro importante en los últimos tres años. Durante la pandemia, decidió reinventarse y buscar un sonido propio. Fue entonces cuando surgió la idea de fusionar ritmos latinos —como el reggaetón y el dembow— con su eterna pasión: la música electrónica.
El resultado de esta mezcla innovadora es el «latin tech», un género energético y vibrante que combina música electrónica con vocales urbanas y latinas, manteniendo una esencia underground. Esta propuesta ha sido muy bien recibida por el público, permitiendo a Anthony Godfather posicionarse como un referente en la escena musical.
Su evolución profesional ha sido constante. Desde pinchar en discotecas locales, ha pasado a llenar salas en la capital, producir sus propios temas y realizar giras por toda España. Entre sus logros más destacados está haber pinchado en el icónico Estadio Santiago Bernabéu y mantener una doble residencia en Ibiza, donde lidera su propia fiesta: Cacao, una propuesta musical que recorre la isla blanca durante todo el verano.
A lo largo de su trayectoria, Anthony ha seguido formándose en producción y sonido, buscando constantemente perfeccionar su estilo. Sus referentes incluyen a figuras de la música electrónica como The Martínez Brothers y Oscar G, y del ámbito urbano como El Alfa, Darell y Bryant Myers, con quienes sueña colaborar algún día.
El éxito de Anthony Godfather no ha sido repentino, sino fruto de una evolución constante y una búsqueda incesante por innovar. Con «Cacao» en Ibiza y su título como pionero del «latin tech», ha demostrado que la mezcla entre géneros aparentemente irreconciliables no solo es posible, sino que también puede ser el sonido del futuro.
